martes, 1 de noviembre de 2016

De Canyamel a sa Font de sa Cala

Hola!
Hace unas semanas Caminets de Mallorca salía a caminar su primera excursión de la temporada.
La mañana de sábado se levantaba totalmente soleada como viene siendo este otoño donde el calor se resiste a partir y poco después de las 8.30h salíamos de Felanitx.
En esta ocasión habíamos buscado una excursión cercana y aparentemente no demasiado exigente aunque otras veces que salimos con esa idea al final acabó siendo más duro de lo esperado...
Al llegar al pequeño núcleo costero de Canyamel dejamos el coche y dimos nuestros primeros pasos junto al torrente, del mismo nombre, donde un pequeño y variado grupo de aves acuáticas nos daba la bienvenida con sus graciosos graznidos.
Patos y ocas nadaban tranquilamente por el pequeño estuario mientras algún valiente nos seguía con torpes pasos por la pasarela de madera que recorre el borde del agua hasta llegar al puente junto a la playa donde el sol ya calentaba toda la costa este mallorquina.
Dejando el mar a nuestra espalda, comenzamos a alejarnos de la urbanización por la carretera que discurre entre el campo de golf y la atalaya junto al puig de s'Heretat, a la que debíamos ascender hacia el final de la excursión, aunque aún no pusimos la vista en ese punto y seguimos por la carretera unos kilómetros hasta desviarnos hacia el propio campo de golf de Canyamel.
Sin entretenernos a echar una partida, tomamos un sendero tras un gran cartel brillante con el nombre de nuestro primer destino: es Claper dels Gegants.
El estrecho camino serpentea entre bajos acebuches y algunos pinos hasta que llegamos a los restos del poblado prehistórico donde paramos a merendar que ya iba siendo hora.
Después de disfrutar de nuestras empanadas y del dulce de calabaza hicimos una pequeña visita al lugar. Principalmente se trata de los restos de una construcción circular con grandes piedras, restos de un amurallado periférico y algunas construcciones más de las que poco se puede apreciar, todo envuelto en palmito, carrizo y otras matas que no dejan mucho que ver de lo que en su día fuere un completo poblado talayótico.
Seguimos nuestro camino regresando al sendero junto al golf y poco a poco pasamos de un estrecho sendero a un camino rural, desde donde volvíamos a ver el azul del mar a lo lejos, y de ahí a un camino de grava por el que ya pasamos junto a las primeras residencias hasta al fin pisar de nuevo asfalto en las calles de sa Font de sa Cala.
Sa Font de sa Cala es otro pequeño núcleo costero de los muchos que hay salpicados en este tramo de litoral, que en parte han sabido sortear lo peor del turismo de masa. Pequeños hoteles instalados entre casas de residentes que se mezclan con pinares en solares aún vacíos o incluso reservados como espacio público.
Al final nos esperaba la playa donde una mezcla entre calma otoñal y calor, acompañaba a los últimos turistas que no dudaban en aprovechar el maravilloso clima balear dándose un baño o tomando el sol.
Nosotros fuimos sólo espectadores de paso y seguimos por las calles que bordean el mar y desde donde comenzamos, casi por primera vez en el día, a caminar en ascenso.
Al principio anduvimos entretenidos por los grandes chalets que íbamos viendo así como las vistas que se abrían del mar entre uno y otro aunque pronto se hizo algo tedioso seguir caminando por las calles del pueblo hasta que apareció al frente de nosotros la torre de Canyamel.
Así pues dejamos al fin la urbanización y comenzamos un leve descenso por un pinar que nos tapó las vistas del monte que se iba levantando frente a nosotros y que nos separaba, en este tramo, del final de la excursión.
Después de pasar por un antiguo horno de cal que nos recordó a las excursiones de Tramuntana donde son tan comunes, comenzó un ascenso ya más pronunciado y casi envuelto en vegetación ya bajo la sombra de la ladera de la Talaia Nova donde lo único que nos alegró el duro camino fueron unos madroños que endulzaron un pequeño descanso que tomamos.
Cuando conseguimos cruzar al otro lado de la ladera, donde el sol volvía a iluminar el camino, apareció de entre los árboles la Talaia Vella y sobre ella, la torre de Canyamel algo que disgustó agriamente a Pepi que puso en duda que esa fuera en realidad la torre a la que debíamos ascender hasta que, después de un suave llano entre los dos montes, comenzamos de nuevo otro ascenso.
Ciertamente fue una de las subidas más verticales que habíamos hecho, casi como si subiéramos por una escalera, íbamos de piedra en piedra o sobre las raíces de los árboles subiendo la ladera hasta que llegamos a escasos metros de la cima que tuvimos que rodear para poder acceder, al fin a la atalaya.
Nos sentamos a la sombra de la construcción en primer término para descansar, beber un poco y recuperar el aliento de este ascenso de apenas 200 metros de desnivel... y es que, como llevamos diciendo desde que acabamos el GR221, nos estamos quedando desentrenados... ejem.
Las vistas eran espectaculares gracias también a un día maravilloso con el cielo azul y un sol radiante que hacia brillar las casitas entre el verde de los árboles y que pintaban el litoral hasta el faro de Cala Ratjada que se veía a lo lejos, más allá nuestra vista llegaba incluso hasta la vecina Menorca donde se podían distinguir claramente los edificios más cercanos. Así de limpio estaba el cielo. Y hacia el sur, detrás de la torre, Canyamel era la extensión de la blanca arena y el azul transparente hacia el interior hasta la antigua torre medieval que luce una figura espectacular.
Poco después, comenzamos el descenso igual de abrupto que la subida aunque mucho menos agotador lo que nos hizo despertar el estómago mientras recorríamos, bajo el pinar que rodea la urbanización, los últimos metros antes de volver a la calles de Canyamel y de ahí, deshaciendo los primeros pasos que dimos en la mañana, cruzando el puente y despidiéndonos de los patos, volvíamos al coche donde poníamos fin a esta primera excursión de la temporada y donde empezaba el camino de vuelta donde pararíamos a comer... en el Burger King, ideal.
Hasta la próxima!

Perfil de altitud (clicar para ampliar)









Fecha: 15 de octubre de 2016
Distancia: 12km 810m
Tiempo: 4h 36m

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